1/4 de líquido (caldo o agua) por persona.
Mantequilla y aceite de oliva al gusto.
1 o 2 rebanadas de pan tostado por persona.
Queso para gratinar.
Poner pochar la cebolla cortada en laminas finas con aceite y mantequilla. A mi me gusta que tome un poco de color y que quede muy blandita.
Cuando ya está bien pochada añadir un chorrito de vino blanco, coñac... dejar que se evapore y añadir el líquido.
Dejar cociendo de media a una hora.
Cuando se vaya a servir poner el pan tostado encima y añadir el queso, en láminas, trocitos, laminado...
Gratinar y... ¡a la mesa!
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